"La noche abraza al atardecer"

Acrílico sobre lienzo, Lincoln, Bs As, Argentina - Abril 2022

Este es el segundo cuadro de la colección que pinté durante la enfermedad de mi padre, una obra nacida en plena naturaleza, con el caballete anclado en la tierra de Lincoln, Buenos Aires, mientras el sol se despedía del horizonte.

En esta pieza, la transición entre el día y la noche cobra vida. Los tonos azules profundos dominan la composición, anunciando la llegada de la oscuridad, mientras que los puntos dorados y blancos evocan las primeras estrellas titilando en el cielo. Los árboles, testigos silenciosos del paso del tiempo, se enredan en sombras y luces, reflejando la dualidad entre el final de un ciclo y el inicio de otro.

Cada pincelada captura el momento en que la naturaleza se sumerge en la calma nocturna, ese instante efímero en el que el cielo aún guarda el calor del día, pero ya comienza a abrirse al misterio de la noche. Esta pintura es una metáfora del desprendimiento y la transformación, un reflejo del duelo y la esperanza entrelazados en la vastedad del firmamento.